El discurso del presidente de IDEA, Santiago Mignone pronunciado cuando Javier Milei ya había cerrado el Coloquio fue firme en definiciones. Consensuado con los directivos de la entidad marcó la necesidad de un “diálogo respetuoso, sin agravios ni descalificaciones”.
El discurso del presidente de IDEA, Santiago Mignone pronunciado cuando Javier Milei ya había cerrado el Coloquio fue firme en definiciones. Consensuado con los directivos de la entidad marcó la necesidad de un “diálogo respetuoso, sin agravios ni descalificaciones”.
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