Fray Aguilar, monje español en América en época de la Conquista (por no llamarla Intrusión), fue quien, sin saberlo, originó este refrán cuando envió las primeras semillas ¡de cacao! a España. Gustaron. Pero cuando unas monjitas mejicanas, de Oaxaca, tuvieron la idea de agregarle azúcar al cacao y volverlo chocolate… ¡Enloqueció de placer España y toda Europa!
Fray Aguilar, monje español en América en época de la Conquista (por no llamarla Intrusión), fue quien, sin saberlo, originó este refrán cuando envió las primeras semillas ¡de cacao! a España. Gustaron. Pero cuando unas monjitas mejicanas, de Oaxaca, tuvieron la idea de agregarle azúcar al cacao y volverlo chocolate… ¡Enloqueció de placer España y toda Europa!
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